LA HIPNOSIS COMO HERRAMIENTA DE SANACIÓN
Aunque pueda parecer extraño, en la inmensa mayoría de las ocasiones, cuando nos enfrentamos a una enfermedad del cuerpo físico, nos encontramos con que lo primero que enfermó fue un sentimiento o una emoción. Esto ya lo admite la ciencia moderna.
Por poner un ejemplo, en el caso de una paciente con infecciones recurrentes en la garganta, encontramos el origen del problema en una serie de conversaciones que no se mantuvieron en su debido momento. La paciente calló todo lo que quiso haber dicho, por no empeorar una situación familiar ya deteriorada.
Al profundizar un poco, nos encontramos con un miedo a la soledad. Y ese miedo a la soledad viene provocado por un sentimiento de abandono vivido en la infancia, cuando el padre se marcha del hogar siendo ella muy pequeña.
Está sobradamente demostrado que los sentimientos y emociones son los primeros que «enferman», y si no se les presta atención, con el tiempo dan la cara en forma de enfermedad física. Es nuestro cuerpo, avisándonos para que le prestemos un poco de atención.
Sin embargo, curar el cuerpo físico sin sanar la emoción que creó la enfermedad, es quedarse a medias, pues el sentimiento no sanado volverá a dar un aviso (desde nuestro inconsciente), generando una nueva enfermedad en el cuerpo físico.
Son muchos ya los psiquiatras y doctores que han demostrado sobradamente, y a lo largo de los años, la eficacia de la Hipnosis Regresiva en casos difíciles. A través de este sistema llegamos directamente al inconsciente, donde se encuentra realmente la causa de la enfermedad.

Con la Terapia Regresiva localizamos el origen del problema, para así poder tratarlo en el mismo momento en que se convierte en trauma, ya sea en la juventud, la infancia, el útero materno, o incluso una vida anterior.
Así pues, teniendo en cuenta que nuestro consciente es apenas un 15%, y el otro 85% lo componen el subconsciente y el inconsciente, la Hipnosis se revela como una buena herramienta para llegar rápidamente hasta el trauma no superado, y por lo tanto, creador de la enfermedad física actual.
Natividad Castejón 16.03.2019
LA HIPNOSIS CLÍNICA CONTRA LA HIPNOSIS DE ESPECTÁCULO
En muchas ocasiones me he encontrado en mi consulta con pacientes que me demuestran un cierto temor o falta de confianza hacia la Hipnosis o la Terapia Regresiva, porque han visto por televisión tal programa, o tal otro.
Creo que es importante aclarar (y de hecho los profesionales que aparecen en esos programas lo hacen) que ningún hipnólogo puede hipnotizar a un paciente contra su voluntad. Es más, en consulta el paciente siempre tiene el control sobre la situación, y en cualquier momento podría “despertarse” si así lo decidiera.
Hay personas que creen que el hipnólogo posee algún tipo de poder sobre su mente, pero este es otro juicio totalmente falso. Lo que el público en general no sabe, es el trabajo que hay detrás de un espectáculo.
Por poner un ejemplo, para que una persona quede totalmente “dormida” al contar hasta 3 y chasquear los dedos, puede haber un mínimo de una hora de trabajo. Y anteriormente, ha tenido que prestarse voluntariamente a participar en el espectáculo, sabiendo que (quizás) le tocaría hacer el pollito en público.
Por el contrario, la Hipnosis Clínica busca llegar lo más rápidamente al inconsciente del paciente, ya que es allí donde se localizan los parámetros que determinan nuestra forma de vida. Es en el inconsciente donde se encuentran los bloqueos o traumas que nos obligan a actuar de una manera concreta, y no de otra. Es allí donde un adulto guarda la información que grabó en su infancia, y que ciertamente condiciona sus gustos, sus pensamientos o sus preferencias.
La Hipnosis Clínica no intenta (ni puede) modificar la conciencia del paciente, sino al contrario: es el propio paciente el único que tiene la capacidad de modificar su conducta a la vista de lo que va saliendo de su subconsciente.
En múltiples ocasiones el paciente se asombra de su capacidad para recordar bajo hipnosis, sucesos que le ocurrieron a la edad de cinco años o menos, episodios borrados por completo, e incluso momentos vividos dentro del útero materno durante su gestación. Pero es que el subconsciente lo graba todo, y por eso es infalible esta técnica para llegar hasta allí.
Tal como dijo Einstein: “Ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de conciencia en el que se creó”. Eso significa que un problema en la conciencia hay que solucionarlo en el subconsciente. Y para llegar al subconsciente de una forma rápida y segura, nada más efectivo que la hipnosis.
Natividad Castejón 26.03.2019
UNA DE LAS VENTAJAS DE LA HIPNOSIS
Un paciente que se encuentra bajo hipnosis, de pronto, comienza a entender situaciones y conflictos de su vida actual. Se encuentra en realidad en un estado de Conciencia Expandida que le permite enfocar circunstancias de su entorno que hasta ahora se encontraban desenfocadas o carentes de sentido.
En un minuto puede perfectamente localizar la solución a un problema que le ronda desde hace meses. O bien descubrir el porqué de preguntas lanzadas al universo años atrás, tales como: «¿Por qué siempre me pasa esto a mí?». O: «¿Qué pinto yo en toda esta situación?» «¿Cómo podría explicar esto para que mi jefe me entendiera?».
Bajo el efecto de la hipnosis, en ese intervalo exacto entre el sueño y la vigilia, el Alma lo recuerda todo, haciendo consciente lo que siempre estuvo guardado en el subconsciente. Y resulta que ella misma responde a cuantas preguntas se le quieran hacer.
En mi consulta, y después de 14 años, he visto casi de todo. Pero hay algo que siempre me sorprende, cada vez que me lo encuentro, y es la capacidad para «revivir» la dulzura de la muerte en una vida anterior, cuando ésta llega a aparecer.
Lo de «dulzura» puede parecer difícil de creer, pero es cierto. Cuando llega el momento de dar el paso, se acoge con tranquilidad y aceptación. Podría decirse que el Alma, por fin, «respira». Se disuelve el dolor, se esfuman las dudas, desaparecen los miedos, pero sobre todo, se ENTIENDE toda una vida puesta ahora en perspectiva.
Se observa y entiende la lección que dejó escrita esa vida, y el propio paciente busca la forma de acomodar esa lección en su vida actual, permitiéndose iniciar una nueva etapa con más libertad.
Cuando el paciente entiende que todo «adiós» no es más que un «hasta luego», sale de la sesión de hipnosis con la sensación de haber hecho un gran descubrimiento, y haber dejado atrás un gran peso, o un gran miedo.
Natividad Castejón 01.04.2019